Se considera que un teléfono inteligente es una computadora de mano integrada en un teléfono móvil, equipado con pantalla táctil, programas de gestión de información personal (como calendario electrónico y libreta de direcciones) y un sistema operativo que permite instalar otros programas para navegación web, correo electrónico, música, videos y otras aplicaciones.
El primer dispositivo de estas características, diseñado por IBM y vendido por BellSouth (anteriormente parte de AT&T Corporation), se presentó al público en noviembre de 1993. Incluía una interfaz de pantalla táctil para acceder al calendario, libreta de direcciones y calculadora, entre otras funciones, según puntualiza la Enciclopedia Británica.
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Ese dispositivo, denominado IBM Simon y considerado como el primer smartphone –en retrospectiva, dado que ese término aún no se había popularizado en la época–, es el precursor de los avanzados teléfonos móviles actuales, que permiten instalar y utilizar aplicaciones de alta tecnología, como la realidad aumentada, que superpone información clave a través de la pantalla a una imagen de la calle captada por la cámara del teléfono.
Primera versión
El prototipo de Simon se presentó un año antes, en noviembre de 1992, con el nombre Sweetspot, en la Feria tecnológica Comdex en Las Vegas (Nevada, EE. UU.). Permitía hacer y recibir llamadas telefónicas, faxes, correos electrónicos y efectuar búsquedas móviles; incluía calendario, libreta de direcciones y bloc de notas, además de mostrar mapas y noticias digitales.
La versión comercial del dispositivo diseñado por IBM –y en cuya fabricación participó Mitsubishi, integrándole tecnologías celulares e inalámbricas– la presentó BellSouth el 8 de noviembre de 1993, en lo que se considera el debut público de Simon, durante la conferencia Wireless World Conference (WWC), en Orlando (Florida, EE. UU.).
BellSouth comercializó el IBM Simon en agosto de 1994 a un precio de 899 dólares estadounidenses, con un contrato de servicio de dos años, o US$ 1.099 sin contrato, reduciendo más adelante el precio a US$ 599, y vendiendo alrededor de 50.000 unidades durante los seis meses en los que el dispositivo estuvo presente en el mercado.
“Simon es el primer teléfono inteligente. Allanó el camino para los de hoy en día al introducir pantallas táctiles en los teléfonos”, señala el diseñador e investigador Bill Buxton, de Microsoft Research, quien ha recopilado una gama de dispositivos electrónicos e interactivos “interesantes, útiles o importantes en la historia de la computación”, y de los que informa en su sitio web, Buxton Collection.
En el apartado de su colección dedicado a IBM Simon, Buxton presentan imágenes y una documentación muy completa sobre este dispositivo, incluyendo su ficha técnica, manual de usuario, comunicados originales y recortes de prensa.
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Comunicador Personal IBM Simon y base de carga.
Bcos47/Wikimedia Commons.
Comunicador personal
“Simon parece y actúa como un teléfono celular, pero ofrece mucho más que comunicaciones de voz”, señala la nota de prensa con la que Bellsouth e IBM presentaron a Simon en el WWC.
Los usuarios de este nuevo comunicador personal “pueden utilizarlo como una máquina inalámbrica, un buscapersonas, un dispositivo de correo electrónico, un calendario, un programador de citas, una libreta de direcciones, una calculadora y un bloc de dibujo con lápiz”, añade el comunicado recuperado por Buxton.
Para Rich Guidotti, el entonces gerente de desarrollo de productos de BellSouth, Simon era “un comunicador personal verdadero porque fue diseñado para ser un dispositivo de comunicación y, en segundo lugar, una computadora”.
Otros miembros de la industria, asistentes a la conferencia WWC, comentaron la singularidad del enfoque tecnológico utilizado por BellSouth/IBM en Simon, afirmando que era la primera vez que una empresa colocaba una computadora en un teléfono celular, en lugar de colocar un teléfono celular en una computadora.
Con un peso de alrededor de 500 gramos, Simon tenía una pantalla de cristal líquido (LCD) que ofrecía un teclado de computadora y otro de teléfono celular.
“Al ser utilizado como teléfono, este dispositivo permite funciones celulares estándar como llamada de emergencia, rellamada a los últimos 10 números, marcación automática de la libreta de direcciones y preferencia de roaming”, puntualiza la nota de prensa.
El comunicado explica también que, cuando el usuario utilizaba Simon como un comunicador personal, podía acceder a la interfaz gráfica del dispositivo (GUI), que utilizaba iconos y pantallas de ayuda ‘en línea’ para hacer que el dispositivo fuese más “amigable”, es decir, fácil de usar.
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Otras funciones
“El teléfono tiene una capacidad de almacenamiento limitada, que puede ampliarse a través de una ranura para tarjeta de memoria PCMCIA, que también posibilita agregar una tarjeta de localización para recibir mensajes electrónicos o alojar servicios de información nacional, regional o local, a través de una empresa de buscapersonas (paging) de BellSouth”, indicaba IBM.
El aparato podía responder una llamada procedente del buscapersonas pulsando un botón y “también incluye funciones de organizador y calendario, que se puede actualizar automáticamente desde una computadora usando la ranura PCMCIA, y permite enviar y recibir correos electrónicos”, aseguraban sus promotores en el comunicado oficial de lanzamiento en 1993.
“Con el modelo estándar de Simon, el usuario puede crear faxes y notas utilizando un lápiz electrónico táctil o escribiendo directamente en la pantalla usando un lápiz, y su escritura a mano se reflejará con exactitud y sin imperfecciones, mediante una tecnología llamada anotación con lápiz (pen annotation)”, afirmaban.
Para otras aplicaciones en las que era necesario escribir, como el correo electrónico, la pantalla LCD del teléfono mostraba un teclado de computadora completo.
“Para aquellas personas que prefieren utilizar letras más grandes, el dispositivo incorpora una tecnología de ‘teclado predictivo’, con la cual se muestra en la pantalla LCD solo una parte del teclado, donde el usuario selecciona una letra y la computadora predice las siguientes letras que probablemente elegirá, mostrándolas en la pantalla”, concluía la pieza informativa.
Varios aspectos influyeron en el poco éxito de Simon, que solamente duró medio año en el mercado. Entre ellos está su peso, su tamaño (23 x 6 centímetros) y la corta duración de su batería, que tan solo era de una hora. Sin embargo, cumplió bien la función de ser el precursor de los más de 8.000 millones de smartphones que hay hoy en el mundo, tres décadas después de su lanzamiento.
DANIEL GALILEA
EFE REPORTAJES
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