Rusia atacó nuevamente la capital de Ucrania, Kiev, en las primeras horas de la mañana del jueves, con sirenas antiaéreas advirtiendo a los residentes que se pusieran a cubierto y explosiones de los sistemas de defensa aérea que se escuchaban en toda la ciudad.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo en la aplicación de mensajería Telegram que, según la información inicial de los trabajadores médicos de emergencia, tres personas murieron, dos de ellas niños, y al menos 14 resultaron heridas, posiblemente por los escombros que cayeron cuando los sistemas de defensa aérea abrieron fuego. Abajo drones entrantes.
El alcalde agregó que nueve de los heridos fueron trasladados al hospital.
Fue otra noche cuando las explosiones en diferentes partes de la ciudad de 3,6 millones de personas los sacaron de la cama y los enviaron a huir en busca de refugio.
Si bien Kiev ha estado bajo ataque desde los primeros días de la guerra, el ritmo y la intensidad de los ataques durante el último mes han sido preocupantes incluso para los civiles que ahora están acostumbrados a pasar largas horas en búnkeres y noches de insomnio en los pasillos. Las huelgas del jueves parecen indicar que será lo mismo en junio.
La semana comenzó con un raro asalto diurno a la capital, con cohetes disparados contra Kiev poco después de las 11 a.m. del lunes. Todos los sistemas de defensa aérea fueron interceptados, pero los escombros provocaron incendios y otros daños.
Funcionarios ucranianos dijeron que los rusos cambiaron el momento del bombardeo, el rango de armas utilizadas y las trayectorias de los misiles y aviones no tripulados, volándolos recientemente a baja altura a lo largo de los lechos de los ríos y a través de los valles para evitar ser detectados.
Marcos Santora Y kim victoria Contribuir a la elaboración de informes.